Esta semana se leen dos secciones en la Torá: Nitzavím y Vaiélej. En la primera sección, Nitzavím (que significa "parados"), hay un versículo difícil de entender a simple vista (Devarím 30:3) "Y retornará Di-s tu Señor tus cautivos y tendrá misericordia de ti, y retornará y te reunirá de entre todos los pueblos donde te esparció Di-s tu Señor allí". El versículo está hablando de la época de la Redención Final, cuando Di-s nos llevará hacia la Tierra Prometida.

Ahora bien, aparentemente debería haber dicho "Y te hará retornar" en lugar de "Y retornará", ya que suena como que ¡Di-s mismo retorna!.

Nuestros sabios aprenden de aquí que Di-s se encuentra junto al pueblo judío en cada uno de los sufrimientos del exilio a donde fuimos enviados y, al llegar la Redención, Di-s mismo retornará junto con el pueblo judío.

¿Qué quiere decir que Di-s está con nosotros? ¡Di-s está en todos lados! La idea básica es que aún en una situación de ocultamiento, donde la presencia Divina no es visible con los ojos de carne y hueso, Di-s se encuentra disponible para quienes lo buscan, quienes desean realmente conectarse a El.

Todos tenemos cuestionamientos. Cada uno en su vida personal tiene dificultades particulares y somos parte de un pueblo que ha sufrido a lo largo de la historia de la humanidad, por lo que tenemos preguntas que quedan sin respuestas, y nos cuesta entender.

Podríamos pensar que esto nos invalida para conectarnos con Di-s, es decir, que aparentemente primero deberíamos solucionar nuestros conflictos existenciales y responder nuestras preguntas, para luego iniciar una conexión con Di-s.

Sin embargo no es así. Y la prueba es muy simple: el estudio de Torá, principalmente la Torá Oral, el Talmud y los Midrashím, están llenos de preguntas y respuestas. Los textos mismos están construidos en base a cuestionamientos, opiniones erróneas, discusiones que trascendieron las barreras del tiempo y el espacio: una pregunta formulada por un sabio en un lugar en una generación puede ser respondida por otro sabio, en otro lugar de una generación (o varias) posterior.

Ahora bien: previo al estudio de Torá la persona debe recitar una bendición. Si uno está estudiando una pregunta determinada: ¿debe recitar la bendición? En otras palabras: la pregunta en Torá, ¿es parte del estudio o el estudio propiamente dicho es sólo la respuesta, la opinión aceptada?

La respuesta es que en Torá, la pregunta misma, la opinión rechazada también es Torá y se debe recitar la bendición antes de estudiarla.

Ahora vamos a poder comprender que tener dudas y bronca no impiden que la persona establezca y mantenga una sana relación con Di-s basada en la observancia de Sus preceptos y el estudio de Su Torá. ¡Los cuestionamientos mismos son parte de esa relación con Di-s!

Di-s está con nosotros en el exilio, en nuestros sufrimientos y dificultades. Aprovechemos el final de éste año para fortalecer nuestra relación con Di-s y recemos para que El traiga definitivamente la Redención Final, a través de Su Justo Mashíaj, rápido en nuestros días, con benevolencia y misericordia.

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