Comenzando el Rosh Jodesh Nisán y continuando hasta el 13 de Nisán, recitamos una serie de versículos (de Devarím 7) describiendo las ofrendas que los líderes de las 12 tribus trajeron para la inauguración del Mishkán, el Santuario transportable del desierto.

Cada día leemos la ofrenda de una tribu diferente, terminando con el encendido de la Menorá que representa la ofrenda de la tribu de Levi.

A continuación se recita una pequeña plegaria en la que decimos "...si, Tu sirviente es de la tribu ... cuya ofrenda leímos hoy en Tu Torá, que todas las santas chispas y santas luces que están incluidas en la santidad de esa tribu brillen sobre mi, para darme entendimiento e inteligencia en Tu Torá y Tu Temor, para cumplir Tu voluntad todos los días de mi vida..."

Inclusive Cohaním y Leviím, que no pertenecen a ninguna de las tribus que trajeron las ofrendas, deben leer los Nesiím en los primeros días de Nisan, ya que se trata de algo espiritual, relacionado a las almas, y existen situaciones en las cuales una persona tiene almas de diferentes tribus en su interior, ayudándolo en su servicio a Di-s.

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