La plegaria de Shabat por la mañana comienza, generalmente, algo más tarde que la de los otros días de la semana, dándonos la oportunidad de entrar en un estado mental más meditativo como preparación para el rezo. Pasa unos minutos estudiando algún texto jasídico para entrar en el luminoso mundo del alma.

El orden del rezo es similar al del rezo de los otros días: versos de alabanza (psukei deZimbra), el Shemá con sus correspondientes bendiciones y luego la Amidá (plegaria de pié en voz baja). A lo largo del rezo se agregan varios salmos en honor al Shabat.

Luego de la Amidá sigue la Lectura de la Torá. La Torá está dividida en 54 porciones. Cada Shabat se lee una porción (a veces dos y a veces se agrega una porción relacionada al momento del año, como en Rosh Jodesh – comienzo del mes).

El procedimiento de la Lectura de la Torá es el siguiente: se abre el arca y se lleva una Torá a la mesa de lectura (bimá). Se llaman a siete hombres, uno tras el otro y la persona que lee, lee en voz alta la porción correspondiente a cada uno (esto se lama en hebreo una aliá). Luego de estas siete personas, se recita un kadish y se llama a uno adicional, llamado maftir. Se lee el último pedacito de la lectura semanal y luego el maftir lee una porción de los profetas relacionada a la lectura semanal.

Luego de la lectura de la Torá se devuelve el rollo al arca y se recita la plegaria de musaf. Musaf significa “agregado”, y es una Amidá en reemplazo de los sacrificios adicionales del Shabat. Luego se termina el rezo igual que durante la semana.

La plegaria de la tarde es más corta: se hace una pequeña introducción, se lee la primer aliá de la porción de la Torá de la próxima semana y se recita la Amidá.

2 comentarios en «La plegaria de Shabat II»

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