Un padre trae a su hijo a este mundo; un hijo puede llevar a su padre al mundo por venir. Cuando un alma deja este mundo y comienza su viaje "hacia arriba", sus hijos pueden ayudarlo en su camino. Cuando un hijo trae más luz y santidad a este mundo, las almas de su padre o madre se elevan. Recitar Kadish es una poderosa herramienta de luz para los hijos del fallecido.

El Kadish es en realidad un marco alrededor de las palabras centrales recitadas por toda la congregación "Sea su Gran Nombre bendecido por siempre". Cuando el doliente recita el Kadish y la congregación responde al unísono estas palabras, una chispa de luz penetra todos los mundos, y el alma del fallecido se eleva.

Aún si no hay un hijo, otra persona puede recitar Kadish, ya que todos estamos conectados.

Los hijos recitan Kadish diariamente por su padre y/o madre fallecidos por once meses luego del fallecimiento y luego, anualmente en el aniversario.

Rezamos tres veces por día, a la mañana, a la tarde y a la noche. El Kadish se recita al menos una vez durante cada uno de los servicios.

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