Nuestros sabios1 dicen que antes de nacer, Hashem hace jurar al alma (neshamá) que cuando nazca “será un Justo (tzadik), y no será un Malvado (rashá)”, y aunque todo el mundo le diga que es un Justo, ¡Siempre debe pensar de sí mismo como si fuese un Malvado!

Sin embargo, en otro escrito de nuestros sabios2 dice lo opuesto: que una persona nunca debería pensar de sí misma que es un Malvado…

Entonces: ¿Cómo es que uno debe pensar acerca de sí mismo: como un Justo o como un Malvado? Además si uno pensase de sí mismo como un Malvado estaría triste, y no podría servir a Hashem con alegría, como debería todo judío. Y si no está triste por ser un Malvado, puede pasar que no le importen más las Mitzvot

Para entender este problema, el Alter Rebe explica qué es el alma. Cuando entendamos esto, entenderemos el juramento que nos hacen hacer antes de nacer, por qué debemos considerarnos como un Malvado y por qué eso no nos detendrá de cumplir Torá y Mitzvot con alegría y cumplir nuestra misión en el mundo.

En la portada el Alter Rebe escribió que este es el libro de los “Hombres intermedios” (beinoním): ¿Qué es un “Hombre intermedio”? Nuestros sabios3 nos hablan de cinco tipos de judíos diferentes:

1) El Justo a quien le va bien

2) El Justo a quien le va mal

3) El Malvado a quien le va bien

4) El Malvado a quien le va mal

5) El “Hombre intermedio”

Más adelante (capítulos 10 a 12) el Alter Rebe explicará qué significa cada uno de ellos, pero, por ahora, vemos que hay un tipo de judío llamado intermedio, que quiere decir “aquel que está en el medio”, no es un Justo y no es un Malvado.

Entonces: ¿Qué es? Para responder esta pregunta, El Alter Rebe analiza diferentes frases de nuestros sabios4 sobre el tema y llega a la conclusión de que un “Hombre intermedio” está muy cerca de un Justo (tzadik). Es una persona que usa cada oportunidad de cumplir Mitzvot, y no se pierde un instante de estudio de Torá. Pero no es un Justo.

El Alter Rebe dice que no hay muchos verdaderos Justos (tzadikím), por eso Hashem los esparce en las generaciones de la humanidad para que siempre haya algunos en el mundo. Esto es porque la mayoría no podemos llegar a ser Justos, aunque todos sí podemos llegar a ser “Hombres intermedios”.

(En los próximos doce capítulos aprenderemos lo que es un Justo (tzadik), un Malvado (rashá) y un “Hombre intermedio” (beinoní), y cómo todos podemos hacer el intento de ser “Hombres intermedios” y servir a Hashem con alegría).

El Alter Rebe empieza su explicación diciendo que todo judío tiene dos almas.

El primer alma la recibimos cuando nacemos, se ocupa de todo lo que hacemos en forma natural, como respirar, comer, etc. y está en la sangre, que circula por todo el cuerpo, dándonos fuerza.

Además, este alma hace que actuemos de diferentes formas: hay personas que se enojan mucho, o son arrogantes, hay personas a quienes les encanta comer cosas ricas (aunque no sean buenas para el cuerpo), hay quienes les gusta decir tonterías, o burlarse de los demás y hay personas que siempre están tristes, o son simplemente perezosas.

Todos estos ejemplos se llaman malas cualidades emocionales (midot raot) y provienen todas del primer alma, que el Alter Rebe llama el Alma Animal (nefesh habahamit). Hashem no quiere que hagamos cosas basándonos en estos sentimientos, porque no son buenos. Este alma la tenemos todos los seres humanos.

Pero en el caso de un judío, el Alma Animal también tiene buenas cualidades emocionales (midot tovot). Por ejemplo, tiene misericordia naturalmente, queriendo ayudar a gente en problemas. Un judío naturalmente hace actos de bondad (guemilut jasadím), ayudando a otros aún si no obtiene ningún beneficio. (En general, un gentil hace actos de bondad porque quiere ganar algo, quizás para que otro lo vea, o porque lo hace sentir bien, pero un judío tiene una fuerza especial para hacer bondad aún por nada).

Entender este primer alma nos ayudará a saber quiénes somos, y entender qué debemos hacer para servir a Hashem con alegría.

1Talmud Nida 30b

2Mishna Avot 2:13

3Talmud Brajot 7a

4Talmud Kidushín 49b, Ievamot 20a, Nida 12a, Shavuot 39b, Sanhedrín 99a

5 comentarios en «Capítulo 1»

    1. B"H
      Hola Liliana, en los primeros doce capítulos del Tania, el Alter Rebe explica precisamente qué es un Beinoní. Di-s mediante, con el tiempo voy a ir agregando otros capítulos para completar el Tania entero.
      Saludos,

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