El timbre del recreo sonó y los chicos del quinto grado corrieron fuera del aula. Querían continuar el partido de fútbol que habían empezado en el recreo de la mañana. Shimón se apresuró entre los escritorios, y su campera se enganchó con una pila de libros de Torá, tirándolos todos la piso.

"Es tan descuidado," exclamó Iehuda.
"Sólo le importa el partido," murmuró Itzjak.

Meir había estado ocupado copiando la tarea del pizarrón. El sonido de los libros cayendo le llamó la atención y levantó la mirada. Iehuda estaba apuntando de manera acusadora hacia la puerta, por donde Shimón había desaparecido, pero Meir no estaba mirando en esa dirección, sólo estaba preocupado por los libros de Torá que estaban en el piso. Rápidamente los levantó y los ordenó sobre el escritorio.

Luego de la escuela, Shimón caminó a casa junto con Meir. "Gracias por levantar los libros por mí. Estaba apurado por el partido," dijo Shimón.

Meir se encogió de hombros. No pensaba que hizo nada especial. Él vio algo que debía ser corregido y simplemente lo hizo.

Deberíamos aprender de Meir. No es necesario juzgar a otros, encontrar faltas, o culpar gente, cuando podemos arreglar las cosas nosotros mismos.

¿Los libros estaban en el piso? Levantálos y listo. No hagas todo un asunto de eso.

Meir estaba siguiendo el ejemplo de los dos hijos de Noaj: Shem y Iafet. Noaj plantó un viñedo después de salir del arca. Luego, bebió del vino, que lo hizo sentirse pesado y mareado. Su tercer hijo, Jam, lo encontró acostado en forma inmodesta.

Jam corrió a decirle a Shem y Iafet, quienes rápidamente trajeron una manta para cubrir a su padre. Sosteniendo la manta entre los dos, caminaron hacia atrás para cubrirlo, de manera de no ver su inmodestia.

¿Por qué la Torá nos dice que no vieron a su padre en esta condición? ¡Con seguridad podemos entender que alguien que camina para atrás, no puede ver lo que está detrás de él!

La Torá nos está enseñando que ellos no vieron a su padre en un estado de inmodestia, por que ellos no estaban interesados en encontrar los errores en las otras personas. Ellos sólo querían corregir la situación.

Nosotros deberíamos hacer lo mismo. Si vemos algo que necesita ser corregido, no hagamos todo un drama o tratemos de buscar culpas. Ocupémonos del asunto, eso es todo.

Extraído de Please tell me what The Rebbe says.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

10 − cuatro =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.