Esta semana me llegaron varios mensajes de correo electrónico pidiéndome que vote en un concurso realizado por una fundación en Estados Unidos que reparte un millón de dólares a la institución más votada. Resulta que el Friendship Circle, una institución judía que ayuda a chicos con necesidades especiales, participa de este concurso.

Más allá de que invito a todos a votar (haciendo click aquí) y participar del desarrollo de esta actividad, quería explicar lo poderoso de esta idea.

Nuestros sabios dicen en la Etica de Nuestros Padres (Pirkei Avot) "No te corresponde terminar el trabajo, pero tampoco eres el dueño para no hacerlo". Entre las diferentes explicaciones de esta idea, cabe destacar que no se requiere de cada persona que haga "todo" el trabajo del mundo, es decir, de nadie se exige que refine el mundo entero, ni que, trabajando el soledad, modifique el universo para hacerlo una morada para Di-s. Cada persona tiene una capacidad limitada que Di-s le dio para hacer su trabajo de la manera más completa. Lo que no quiere decir que sea mucho ni poco, simplemente lo que le corresponde según el plan maestro de la Creación Divina.

Esto es lo que quiere decir "No te corresponde terminar el trabajo" es decir, que hagas "todo" solo (si te corresponde hacer el cien por ciento de lo que puedes hacer). Por el otro lado, "tampoco eres el dueño para no hacerlo", lo que significa que no debes dejar de hacer lo que esté en tus manos simplemente por el hecho de que te parezca insignificante.

En base a esto podemos entender que el simple hecho de hacer unos clicks y votar por el bienestar de una institución, puede parecer poca cosa, pero debemos saber que su efecto puede ser muy poderoso, ya que, con poco esfuerzo (y ningún costo monetario en absoluto) uno está ayudando a un grupo de gente que ayuda a un grupo mayor aún de gente y así sucesivamente, en un efecto exponencial al punto que los que reciben esa ayuda son gente que de otra manera nunca hubiera podido acceder a cosas tan básicas como compañía, alegría, estudio, vida comunitaria, etc. por tener capacidades especiales.

En adición a todo esto, es importante destacar el énfasis que el Rebe siempre daba a los pequeños aportes que cada uno puede hacer a la sociedad, incluyendo la idea de que uno nunca debe sentirse satisfecho, ni con el propio nivel espiritual y tampoco con su aporte a la elevación y refinamiento general del mundo. Nunca es suficiente. Siempre se puede hacer más.

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