Una de las Mitzvot más abarcadoras de la Torá es la Mitzvá de "Ahavat Israel" - el amor por el prójimo judío - la cual nuestros sabios del Talmud declaran como un "gran principio de la Torá" y "la base de la Torá".
Esencialmente, la Mitzvá apunta a la unidad de todos los judíos, como si constituyesen una única entidad. Como tal, cualquier acción por cualquier judío, así sea positiva o negativa, tiene una consecuencia en todo el Pueblo Judío. Ciertamente, la observancia de las Mitzvot por cualquier judío individualmente proporciona al Pueblo Judío un fuerza impresionante.
Cada judío, sea donde fuere que él o ella se encuentran, aún un judío solitario en la punta más lejana de la tierra, debe recordar que es parte del Pueblo Judío y representante del Pueblo Judío entero - el mismo pueblo desde que la Torá fue entregada en el Monte Sinaí hasta el final de los tiempos.
La división del judaísmo entre "Ortodoxo", "Conservador" y "Reformista", etc., es artificial. Ya que todos los judíos tienen la misma y única Torá, dada por el mismo y único Di-s, aunque hay judíos más observantes y judíos menos observantes. Pegar una etiqueta en la persona no cambia la realidad de la esencia judía.
Los tres amores - amor a Di-s, amor a la Torá y amor al prójimo - son uno. No se puede diferenciar entre ellos, porque tienen una misma esencia. Y dado que es así, cada uno incluye a todos los tres.
Entonces, si uno ve una persona que tiene amor por Di-s pero no tiene amor por la Torá ni amor por su prójimo, uno debe decirle que su amor por Di-s es incompleto. Y si uno ve una persona que sólo tiene amor por su prójimo, uno debe esforzarse por acercarlo al amor por la Torá y al amor por Di-s, de manera que su amor por el prójimo no se exprese solamente en proveer pan para el hambriento y agua para el sediento, sino también en acercarlos a la Torá y Di-s.