Nuestros sabios dicen sobre la arrogancia: "Maldito es aquel que la tiene y maldito es aquel que no la tiene".

La arrogancia hace de la persona un ídolo. Pero sin ella: ¿cómo puede esa persona cambiar el mundo?

Nuestra mente consciente debe saber que es nada, de manera que pueda brotar el poder que Di-s puso en nuestro corazón.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 × uno =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.