El mandato de la Teshuvá- arrepentimiento y retorno a Di-s- es de los preceptos que no dependen de un tiempo específico. En el instante que el hombre transgredió, cometiendo un pecado- recae sobre él de inmediato, el deber de arrepentirse y hacer Teshuvá por su pecado1. Por el otro lado, quien nunca transgredió ni pecó- no tiene el deber de hacer Teshuvá (en su sentido simple), ya que no tiene de qué arrepentirse ni qué enmendar.A la luz de lo antedicho, hay necesidad de entender lo que dice el Rambam2 sobre el día de Iom Kipur: Iom HaKipurim es el tiempo del retorno-teshuvá para todos, para el individuo y para el público, y es el tiempo fijado para el perdón... por ello, todos tienen la obligación de hacer Teshuvá y confesarse el día de Iom HaKipurim".

La pregunta es doble: quien pecó- debe volver con Teshuvá de inmediato, sin relación alguna con Iom Kipur; y quien no pecó- ¿sobre qué debe hacer Teshuvá en Iom Kipur?. ¿Por qué legisla el Rambam que "todos" están obligados a hacer Teshuvá en Iom Kipur?

Es aquí donde se refleja la profunda esencia interior del día de Iom Kipur. El deber de hacer teshuvá que surge por Iom Kipur difiere esencialmente del deber de hacer teshuvá como consecuencia de un pecado y una trasgresión. Es otra obligación de Teshuvá y ésta recae sobre todos.

El deber de arrepentirse y volver a Di-s durante todo el año, deriva del estado del hombre. Quien pecó tiene la obligación de volver con Teshuvá y la medida de la Teshuvá es proporcional al pecado. Quien no pecó, no tiene obligación de hacer Teshuvá. Empero en Iom Kipur, el deber de hacer Teshuvá se origina en la característica esencial del Sagrado Día. La misma esencia de Iom Kipur hace recaer sobre todo judío, una obligación general de hacer Teshuvá- un mandato de hacer Teshuvá, independiente de si pecó o no.

Sólo que sobre aquel judío que pecó y aun no se arrepintió de su pecado y retornó a Di-s, Iom Kipur hace recaer una obligación adicional de Teshuvá- junto a un apoyo especial desde el Cielo- proveniente de la santidad del día. Mientras que sobre quien ya enmendó sus transgresiones, el Sagrado Día impone una nueva obligación de alcanzar un nivel más elevado en la Teshuvá.

Y es así como escribe el Rambam3: "Los pecados sobre los que se confesó este Iom Kipur, vuelve a confesarse sobre ellos el otro Iom Kipur, a pesar de que se mantiene firme en su Teshuvá... como está escrito4: mi pecado está frente a mí siempre". Este deber recae sobre todos, incluso sobre los justos perfectos (tzadikim guemurim), puesto que "no hay justo sobre la tierra que haga el bien y no peque"5, y cada uno debe palpar en sus actos y llegar a un nivel más alto de Teshuvá, consecuencia de la propia santidad del día de Iom Kipur.

La ventaja especial de Iom Kipur es que "es un tiempo de Teshuvá para todos"- un tiempo especial donde se revela la esencia del vínculo entre el judío y el Altísimo, un vínculo no supeditado a las limitaciones y condicionamientos del mundo. Este vínculo impone un deber ilimitado de hacer Teshuvá- tanto sobre el judío que aun no enmendó sus pecados en su sentido literal, así como sobre los piadosos perfectos. Todos al unísono pueden llegar en este día a un renovado vínculo con Hashem, a una verdadera Teshuvá, y a su vez a una Jatimá Tová, un sello final para bien, para un año bueno y dulce.

(Likutei Sijot Tomo 29, Pág. 203)

NOTAS: 1.Como escribe el Rambam en el título a las Leyes de Teshuvá: "Es un Mitzvá positiva... que retorne el pecador de su pecado" 2.Hiljot Teshuvá Cáp. 2 Halajá 1 3.Ahí, halajá 8 4.Tehilim 51:5 5.Kohelet 7:20

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