Alguien me mandó un email con una indicación hacia cierto periódico que relata cómo una mujer joven está haciéndose pasar por judía y recolectando información para planear un ataque a instituciones judías en el país. En el email mencionaba que tenía miedo por el asunto...

Más aún, cuando uno considera las comunes amenazas del presidente de Irán de "borrar a Israel del mapa" o similares expresiones del Hamas, etc., uno podría pensar que debe tener miedo...

Ahora bien, cuando se trata de la Mitzvá de Temor a Di-s, ahí rápidamente surge la pregunta ¿por qué debo temer a Di-s? ¿Acaso no es mejor relacionarse con El en forma de Amor? Es común ver que las personas identifican el temor a Di-s de forma despectiva, negativa.

Sin embargo hay una diferencia muy importante entre estos dos tipos de temor. El temor de un ataque es un temor que lleva a la inacción. De hecho, es uno de los componentes de la asimilación, el temor a ser llamado diferente (que es una forma de agresión).

El temor a Di-s es lo opuesto. Es un temor que lleva a la acción, trae acarreadas una serie de responsabilidades para con Di-s y para con los otros seres humanos que llamamos Mitzvot - mandatos Divinos.

Dicho de otra manera: el temor a la diferencia o a la violencia ajena por ser diferentes lleva a mimetizarse con el medio, a intentar (sin éxito, porque la realidad es que siempre surge la esencia, aún en las situaciones y los lugares menos pensados) ocultar el verdadero ser y parecerse a los demás. Mientras que el temor a Di-s lleva a observar cuidadosamente Sus palabras.

¿De qué se trata el temor a Di-s? En forma general el temor a Di-s se trata de entender a través del estudio y la meditación la omnipresencia de Di-s, Su Providencia (o sea, cómo El dirige lo que ocurre en el mundo), como dijo Rabí Iojanán ben Zakái, "ojalá [lleguen al nivel en el] que el temor al cielo sea como el temor [alguien] de carne y hueso".

En palabras más simples: Di-s nos observa en cada momento, cada acción, palabra y pensamiento de la persona con conocidos y analizados por Di-s. Esto lleva a la persona a actuar diferente, a mejorarse constantemente en asuntos tan mundanos como la forma de hablar y de actuar en general.

Esto lleva a, como dice la sección de esta semana de la Torá, "Sed santos, porque Yo soy santo", lo que significa que aún en las cosas más simples de la vida, uno debe buscar la santidad, la forma Divina de hacer las cosas.

Ese pensamiento constante de "qué es lo que Di-s quiere de mi ahora" y "qué diría la Torá de la situación que vivo ahora", es la expresión del sentimiento de temor a Di-s.

El judaísmo exige, la Etica de nuestros padres dice "Lo principal es la acción".

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