A veces es difícil escribir editoriales, uno pasa un tiempo pensando, tratando de buscar desde lo más profundo de la mente alguna idea original. La verdad es que hay tanta información dando vueltas por el universo, en la era de la información, que se vuelve complicado producir algo "nuevo"... Entonces uno recurre a sus experiencias personales, cuando apropiadas, para expresar una idea.

Ahora bien, puede ser que ésta editorial no agrade a todos, pero me pareció algo tan importante de compartir, que trasciende el agrado que pueda causar o no.

Durante la fiesta de Sucot hay una Miztvá de "sacudir" las cuatro especies: El Lulav (palmera), el Hadas (mirto), la Aravá (sauce) y el Etrog (citrón). Es costumbre de muchos "llevar" esta Mitzvá a aquellos que, por una razón u otra, no tuvieron la oportunidad de realizarla. Uno simplemente va con su "kit de Sucot", las cuatro especies, y ofrece a la persona tomarlas en sus manos, decir una bendición y sacudirlas. Obviamente hay muchas ideas que podemos aprender de esta Mitzvá, sin embargo, esta historia va por otro lado.

En uno de mis viajes con el "kit de de Sucot" me encontré con un pastor Evangelista. El entorno llevó a una especie de conversación y prueba, donde había un rabino, un pastor y un grupo de gente rodeándonos a ver quién salía mejor parado de la charla. Obviamente, con calma y sin agredir, simplemente intercambiando opiniones y formas de ver al vida y a Di-s.

Y hay algo que me pareció tan curioso que decidí compartirlo. Di-s es Omnipresente - está en todos lados, es Omnipotente - lo puede todo, es Eterno - nunca fue creado ni dejará de ser. Dicho de otra manera, Di-s es infinito, o sea, no tiene límites de espacio o tiempo. El trasciende al espacio y el tiempo, El crea al espacio y el tiempo. En esto, todos estamos de acuerdo.

Sin embargo, el pastor insistía en que "hay", según su visión, 3 componentes de esto que llamamos Di-s.

Ahora bien, pregunté yo (pregunta por la que nunca tuve respuesta, considero, de hecho, que no la hay, y una vez planteada la situación la conversación se estancó) si una cosa tiene tres componentes, es una cosa limitada. Es decir, nunca puede llegarse al infinito con la sumatoria de partes, por más grandes o pequeñas que sean. Dicho de otra manera: si hay partes, es porque cada una en definible en sí misma, como si fuesen, matemáticamente hablando, tres conjuntos definidos, donde cada parte debe tener un comienzo y un fin, para dar lugar al comienzo de la próxima parte, y así sucesivamente. Entonces, racionalmente hablando, si hay tres partes, ¡Di-s es finito! (Di-s libre y guarde). El infinito está en otro universo, por así decir, más allá de lo discreto y definible. Si Di-s es todo lo que decimos de El (Omnipresente, Omnipotente y Eterno), debe ser Uno y no tres.

Esto tiene una relación directa con la fiesta de Shminí Atzeret donde festejamos, básicamente hablando, que Di-s es Uno y el Pueblo judío es uno.

Debemos aprender a llevar nuestras mentes hacia el extremo más lejano al que podamos llegar, sin volvernos locos y siempre dentro del ámbito de lo lógico y racional, y dejar la fe para el ámbito que le pertenece, por encima del intelecto, como fundamente y base de la existencia, la fe en que Di-s es, efectivamente, infinito e indefinible.

¡Jag Sameaj!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 + veinte =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.