Traducción libre de una charla del Rebe de esta sección, Vaigash, de 1951.
La sección de esta semana es una continuación de la semana anterior. El estado de las relaciones entre Iosef y sus hermanos es que Iosef quería quedarse con Biniamín, su hermano de la misma madre, y enviar a los demás hacia su padre, Iaacov. En el momento de máxima tensión, Iehuda se adelanta para acercarse a Iosef y hablar personalmente con él. Dicen nuestros sabios que en ese acercamiento, Iehuda estaba listo también para hacer guerra contra Iosef. Ahora bien: ¿Por qué Iehuda se sacrificó tanto por Biniamín? La Torá nos dice que Iehuda se había hecho garante de Biniamín ante Iaacov, y por eso estaba preparado para todo.
Aparentemente no tiene sentido ¿Cómo Iehuda estaba listo para luchar contra Iosef?, considerando que él junto a sus hermanos eran muy pocos frente al Virrey de Egipto, Iosef. Es verdad que nuestros sabios cuentan que cuando Iehuda golpeó el piso con sus pies como demostración de poder, toda la tierra de Egipto se sacudió. Sin embargo, Iosef también demostró su poder, al punto que Iehuda mismo reconoció que "ese es más fuerte que yo". Entonces, ¿cómo se le ocurrió hacer guerra contra Iosef?
La razón de esto es que dado que Iehuda había asumido la responsabilidad por su hermano Biniamín, que lo iba a devolver vivo a su padre Iaacov, entonces, sin importar que todavía le quedaban otros hermanos, entregó su vida aún por un único niño judío.
Y esta es la enseñanza y moraleja para cada padre y madre en todas las generaciones y todos los lugares de la tierra: Di-s les entregó la responsabilidad de cada niño y niña de manera que deben sacrificar sus propias vidas aún por un único niño, para que no le ocurra lo que no debe ocurrirle a un niño judío. Y a través del sacrificio por la educación de los niños y niñas judíos con pureza y santidad, llegaremos a cumplir el final de esta sección (Bereshit 47:27): "y fueron fructíferos", y más aún, "y se multiplicaron", hasta "mucho".