La riqueza no se mide por tus posesiones, sino por tu acceso a ellas.

Desde Arriba, la riqueza llueve en baldes. Aquellos que se cubren la cabeza con las manos y corren en busca de refugio, quedan pobres, sin importar cuánto tienen.

Aquellos que miran al cielo y sonríen, son ricos.

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