En la sección semanal de la Torá, el comienzo del libro de Shmot, un versículo dice "Se levantó un nuevo rey sobre Egipto, que no conoció a Iosef". Nuestros sabios en el Talmud explican que hay dos formas de entender éste versículo:

1)El rey era realmente nuevo, como está escrito, "un nuevo rey",

2)El rey era el mismo, sólo que se renovaron sus decretos, ya que no está escrito que el rey anterior haya fallecido y haya aparecido uno nuevo, como es común en el lenguaje de la Torá.

Como mencionamos muchas veces, la Torá no es solamente un libro de historia, desde el cual podemos conocer el nacimiento de nuestro pueblo y su raíz, sino que es un libro de enseñanzas para la vida. Y no solamente enseñanzas generales, sino que enseñanzas particulares para la etapa de la vida en que se encuentra cada uno y el pueblo judío en general.

Posiblemente, podríamos decir lo siguiente (que no excluye ninguna otra explicación, sino que es sólo una idea más):

El mundo entero vive momentos críticos en la historia general. Desde la guerra en Gaza hasta la crisis económica, pasando por una eterna crisis en la educación, la falta de valores en diferentes aspectos, etc.

Dentro de toda esta confusión, Estados Unidos, uno de los países más poderosos del mundo, como es sabido, está cambiando de presidente en los próximos días. Mucha gente está a la expectativa de qué va a pasar, qué va a decir al respecto de decenas de temas "importantes", cuál va a ser su política al respecto de Israel, etc.

En conexión con ésto, la Torá nos dice en ésta parashá que, en realidad, no hay diferencia (para el pueblo judío) si el "rey" es uno nuevo, o simplemente se renuevan sus decretos, lo que debemos saber es que el beneficio del pueblo judío lo debemos procurar nosotros mismos, por nuestros propios medios.

Esto se logra teniendo presente constantemente cuál es la dirección hacia donde avanza el pueblo judío. Según lo que la Torá nos dice, nos acercamos más y más a la llegada del Mashíaj, lo que significa, entre otras cosas, que el mundo se va a llenar de revelación de la Presencia Divina, al punto que "ojo a ojo verán a Di-s", con nuestros ojos de carne y hueso.

Sin embargo, esto se logra a través de nuestro esfuerzo en la observancia de Torá y Mitzvot durante el tiempo de Exilio, mediante la refinación del mundo y de nosotros mismos. Y ésto es independiente del "rey" de turno y de sus "nuevos decretos", sean cuales sean.

Debemos tomar nuestro lugar protagónico en nuestro propio destino y dejar de importarnos tanto por lo que dicen los "reyes" y sus "decretos".

2 comentarios en «Reyes y decretos»

  1. Gracias Rabino, un comentario politico muy acertado y una enseñanza de la Tora que en pocas palabras amplia la perspectiva del lugar y el momento que vivimos, las dos llegan en un momento muy apropiado aqui en U S A, Bendiciones a usted, su familia y su congregacion.

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