Las fiestas se terminaron, pasaron Rosh HaShaná, Iom Kipur, Sucot, Shminí Atzeret y Simjat Torá, más el Shabat “pegado”, por así decir, a las fiestas. Desde la solemnidad y seriedad de Rosh HaShaná, hasta la alegría y bailes de Simjat Torá, muchas sensaciones se vivieron en el Beit Jabad La Plata.

Nuestros sabios explican que todo en el universo puede definirse en tres dimensiones: espacio, tiempo y alma.

En el tiempo, como descripto, pasaron las fiestas del mes de Tishrei, un mes repleto de Mitzvot y momentos especiales.

En el espacio, el Beit Jabad ofreció servicios significativos, amenos, comentados y explicados, donde cada persona que participó pudo disfrutar de un ambiente familiar, acogedor y amigable, donde el rezo puede llevarse a cabo con alegría y devoción.

Y en el alma, cada comentario, cada explicación y cada Farbrenguen (reunión después de cada kidush) estuvo orientado al crecimiento y desarrollo personal, al acercamiento entre las personas con amistad y respeto, al acercamiento a Di-s con amor y reverencia. Cada persona que participó se fue con algo con lo que trabajar durante el resto del año.

El mes de Tishrei es un mes general, que contiene la energía de todo el año, y es el trabajo de cada uno de los que participó proyectar esa energía y “buena onda” vivida, al resto de las actividades del año.

Si viniste, con seguridad vas a querer volver y, si no viniste, ¿qué estás esperando para venir?

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1 comentario en «Reflexiones de Tishrei»

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