Nuestra Parashá habla de la mujer Sotá", que se desviara de la conducta moral y del recato. Se trata específicamente de una mujer cuyo marido le advirtió "no te escondas con fulano" y ella desoyó la prohibición. Es sabido que marido y mujer en el plano terrenal simbolizan al Altísimo (el hombre) y al pueblo de Israel (la mujer), en el plano celestial. De aquí se desprende, que las leyes que se aplican a la mujer "Sotá" (descarriada) en la dimensión terrenal, también se aplican en la dimensión espiritual de la relación entre Israel y Di-s."Tal cual como el marido advierte a su mujer, así también lo hace Di-s con la congregación de Israel, advirtiendo a cada judío en forma personal, en singular: No poseerás otros dioses en Mi presencia" -no te esconderás con otro Di-s- tal cual la advertencia del marido y la mujer.

Solo que está advertencia no es clara ¿Cómo es posible esconderse de Di-s, cuya Gloria llena toda la Tierra? Ya está escrito: "¿Si se ocultara un hombre en un escondite y Yo no lo veré?", y también "no hay lugar libre de Él". ¿Cómo puede, entonces, existir una situación de "esconderse" del Altísimo?

Este "escondite" se refiere al orgullo. Cuando un judío es orgulloso sobre él declara Di-s: "Yo y él no podemos convivir". Di-s no se encuentra con el orgulloso, y por así decirlo, incluso no lo ve. Como el Baal Shem Tov interpreta el versículo mencionado en los términos de: "si acaso se ocultara un hombre en un escondite y yo -¡no lo veré!" Si el hombre siente su yo, su ego, orgullo, entonces no lo veré, el Altísimo, por así decirlo, no lo ve.

¿Qué se hace entonces en una situación como ésta? Observemos las leyes de la "Sotá": el Talmud dice, que si el marido anula la advertencia, automáticamente perdona a la mujer "siempre y cuando no se haya borrado el escrito del rollo" (que se refiere a varios versículos, entre los cuales está el nombre de Di-s, que se escriben en un pergamino, se sumergen en agua y luego se dan de beber a la mujer sospechada). O sea que si el judío está en un estado donde aún "no se borró el rollo", le será suficiente con el perdón Divino.

El concepto de borrar consiste en quitar las letras del pergamino y con ello revelar que incluso antes de borrar, las letras y el rollo eran dos elementos separados (tinta y pergamino). Si en algún momento hubieran constituido una sola entidad no hubiera sido posible separarlos.

A diferencia de ello, la letra grabada constituye una misma entidad con la piedra sobre la cual está grabada, por lo que es imposible separarlos de la piedra (sin destruirla).

Esta es entonces la sugerencia: Convertirse en letra grabada, que es una unidad con la piedra, y no ser cual la letra escrita, que puede separarse del pergamino. Esto significa que el vínculo con la Torá debe ser uniéndose absolutamente a ella, hasta que sea imposible "borrar" sus letras de la persona.

En ese caso, aunque se introduzca en el hombre un sentimiento de orgullo, el perdón Divino ayudará, puesto que El es "grande para perdonar".

Pero "si se borró el rollo", si la Torá y el judío son dos entes separados, en cuyo caso el orgullo separará de verdad entre el judío y Di-s. Entonces deberá actuar como la mujer "Sotá" que traía una ofrenda de cebada, alimento del animal. Deberá percatarse de que él es "un pobre de conciencia", cual el animal que no posee conciencia, y deberá despertar la auto-anulación interna hacia el Altísimo. Entonces "en el lugar que están parados los arrepentidos, los justos perfectos no pueden pararse ahí".

Adaptado de www.jabad.org.ar

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