Hay un edificio cuya construcción tiene precedencia sobre una sinagoga. De hecho, hasta puede venderse una sinagoga para construir ese edificio. Se trata de la Mikve, una pileta ritual de agua construida bajo especificaciones exactas expresadas en la ley judía (halajá). La inmersión en una Mikve afecta un cambio radical de estado espiritual.

Su función principal hoy en día es su uso para la observancia de las leyes de Pureza Familiar. Luego del ciclo menstrual de la mujer, ella se sumerge en la Mikve, refrescándose espiritualmente, para mejorarse a sí misma, a su relación con su marido y todo el hogar.

Desde el comienzo del ciclo menstrual hasta siete días después de su final, marido y mujer no pueden entrar en ningún contacto físico ni aún en cualquier manifestación física de afecto. Luego del anochecer del séptimo día, la mujer visita la Mikve. Hoy en día la Mikve se decora de la forma más lujosa posible, volviéndose una experiencia rejuvenecedora y hermosa, razón por la cual muchas mujeres la utilizan a pesar de no participar de otros asuntos de la observancia judía.

Luego de sumergirse, la mujer recita una bendición. Muchas utilizan ese momento para rezar y comunicarse con Di-s. Luego de haberse sumergido, la pareja puede mantener relaciones maritales.

Algunos detalles:
- La primer inmersión de una mujer es antes de casarse.
- Luego de la menopausia, sólo se sumerge una vez más para toda la vida.
- No se va a la Mikve cuando está embarazada o dando de mamar, mientras no haya flujo menstrual.

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