Con el comienzo de un nuevo año (civil) comienzan en el Beit Jabad La Plata nuevas propuestas.

Nuestros sabios dicen que la Torá antecedió al mundo dos mil años. Los comentaristas explican que esto no se trata de una antecedencia en tiempo (¡por que si no el universo tendría en realidad 7768 años!) sino una antecedencia en nivel.

La Torá está en un nivel superior al mundo, lo que trae diferentes implicancias, entre las cuales se encuentra el hecho de que la Torá no se opone al mundo, es decir, no es algo innatural y agregado al orden en que funciona el mundo (como lo conocemos) sino todo lo contrario, al ser creada "antes" que el mundo, al trascenderlo, el universo termina siendo creado según el molde de la Torá.

En palabras más simples, las circunstancias de la vida y del mundo en general, nunca podrían ser un obstáculo para la observancia de las Mitzvot de la Torá.

Surge de aquí que la Torá es algo que siempre estuvo acompañando a la humanidad desde su nacimiento mismo. A tal punto que nuestros sabios dicen que Shem (hijo de Noaj, el personaje del arca y el diluvio) tenía una ieshivá, un instituto de estudio de Torá en donde estudiaron Avraham, Itzjak, Iaacov, etc.

En sí, aún si queremos tomar el estudio de la Torá desde su entrega, ahí por el año 1312 a.e.c., venimos estudiándola hace más de ¡tres mil años!. Y, sin embargo, siempre hay nuevas propuestas y formas de enseñar: ¿cómo puede ser?.

La respuesta más simple es que aún después de tantos años de estudiarla y de llevarla a todos los lugares donde el pueblo judío se asentó, quedan personas que, por las "cosas de la vida", aún no tuvieron la oportunidad de profundizar en el estudio de la Torá o de siquiera comenzar...

Una respuesta un poco más elaborada sería, como dice el Talmud, que no todas las personas tienen el mérito de aprender de todos los maestros. Como se ve claramente en los ambientes educativos, donde un mismo profesor puede resultar genial para algunos alumnos mientras que para otros es terriblemente malo... Entonces, en nuestro caso, las nuevas propuestas son formas de llegar a personas que aún no encontraron su maestro o forma de estudio.

Otra respuesta, entrando profundizando un poco más, es que cada judío está enraizado en la Torá. Particularmente hablando, cada uno tiene una porción a la que está conectado esencialmente y es la porción que le corresponde para su servicio a Di-s, de donde puede sacar energías para superar los desafíos cotidianos y sobre la cual se espera que profundice y revele nuevas ideas al respecto. Las nuevas propuestas entonces, dan la posibilidad de conocer las diferentes porciones de la Torá.

En el espíritu de estas tres respuestas (y otras que pudiesen formularse), con enorme alegría, preparamos dos nuevas propuestas: un curso de Cabalá y uno de hebreo.

Cada uno tiene sus particularidades, pero en sí comparten la idea general de llevar el judaísmo genuino a quien desee conocerlo.

Esto es sólo el comienzo de un año que tendrá varias nuevas propuestas, para diferentes públicos y de diferentes formas. Como dice el salmista, "prueben, y verán que Di-s es bueno".

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