Estamos acercándonos al final de las fiestas del mes de Tishrei. Este séptimo mes es uno lleno de contenido, comenzando con Rosh HaShaná, los Diez días de Teshuvá, Iom Kipur, Sucot y los días intermedios. El final de este ciclo es Shminí Atzeret (y Simjat Torá).

Ahora bien, para entender por qué es necesario un final festivo, después de tanta fiesta y preceptos (el Shofar, el ayuno, las cuatro especies y la Sucá), nuestros sabios nos dan el ejemplo de un rey que invitó a sus hijos a una fiesta por una cantidad de días. Cuando llegó el tiempo de departir, les dijo: "Por favor, quédense un día más; es difícil para mí cuando se separan [de mi]".

Como ya mencionamos muchas veces, el hebreo es un lenguaje muy especial, que se presta a diferentes interpretaciones de las mismas palabras. Lo más interesante es que esto no quiere decir que una interpretación anule a otra, sino que conviven los diferentes significados todos juntos, y hasta a veces encontramos vínculos entre las explicaciones que arrojan otra perspectiva más profunda aún que entendiendo cada interpretación por sí misma.

El Midrash (fuente del ejemplo mencionado) dice que las palabras del rey (al ver a sus hijos partir) son: kashé alái pridatjém, lo que se traduce como "Es difícil para mí su partida". Sin embargo, la profundización nos lleva a ver la palabra pridatjém como "su separación", en cuyo caso el rey estaría diciendo "Es difícil para mí su separación", es decir, cuando ustedes, mis hijos, se separan. Pero no solamente cuando se separan de mi, el rey, sino cuando se separan entre ustedes. (El Midrash estaría diciendo que es doloroso para Di-s ver una situación de desunión dentro del pueblo judío...).

Esta fiesta de Shminí Atzeret nos ayuda a proyectar la unión generada entre los individuos del pueblo judío a lo largo de las fiestas, a todo el año. En Rosh HaShaná coronamos a Di-s como rey por sobre nosotros, expresando la idea de que todos, desde los más sabios hasta los más ignorantes no somos más que sirvientes del Rey de Todos los Reyes, el Santo, bendito sea. En Iom Kipur todos, como una unidad nos arrepentimos y/o retornamos hacia nuestra fuente, expresando que, con seguridad, todos tenemos espacio para crecer y acercarnos más a Di-s, nuevamente indicando esta unidad en el pueblo judío. En Sucot nos sentamos todos en la Sucá que nos rodea por completo y nos junta, expresando, una vez más, este aspecto de igualdad y unidad entre todos.

Shminí significa "el octavo", aquello que trasciende lo cíclico (de los siete días de la semana). En Shminí Atzeret cobramos conciencia de que este concepto debe ser proyectado a todos los asuntos de nuestras vidas, todos los día del año, trascendiendo las barreras de lo festivo o lo especial.

Quiera Di-s que a través de los bailes con la Torá podamos romper con las barreras que separan entre nosotros y podamos conectarnos con la trascendencia de nuestras almas y podamos imbuir nuestras vidas con esa energía tan sublime.

¡Jag Sameaj y Lejáim!

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