En la sección de esta semana, Tzav, la Torá continúa dando las leyes de algunos sacrificios. En adición a eso, describe el proceso de inauguración de los Cohaním (sacerdotes), a través de ciertas ofrendas que Moshe realizó.

Nuestros sabios cuentan que, en este caso, a pesar de que Moshe era un Levi, cumplió la función de Cohen, que luego sería llevada a cabo por su hermano Aharón.

En otro lugar en la Torá aparece la idea de que Moshe era un rey, o sea, se le aplicaban los beneficios y responsabilidades que muchos años después (aprox. 350) tendrían los reyes de Israel.

De estos dos lugares (y de otros menos específicos) vemos que Moshe cumplió tareas diversas a lo largo de su liderazgo del pueblo judío. Sólo al comienzo de su liderazgo encontramos que Moshe, por su humildad, le pidió a Di-s que apuntara a Aharón como guía. Desde el momento en que Di-s lo designa a él, nunca Moshe se negó a ser estratega militar, abogado, escriba, constructor, escultor, guerrero, sacerdote, maestro y demás funciones que cumplió.

El judaísmo plantea que Di-s supervisa en forma particular y detallada cada una de las ocurrencias del universo entero. Esto se llama, en hebreo, Hashgajá Pratit. En este contexto, supervisión no significa solamente que conoce lo que ocurre, lo ve, etc., sino que, además, lo hace pasar. El hombre tiene libre albedrío para tomar las decisiones que le parezcan adecuadas en cada paso de su vida, pero las situaciones en las que se encuentra tienen la "supervisión" Divina, como quien diría: "nada es casualidad".

A su vez, los maestros de la mística judía nos dicen que cada uno tiene dentro suyo una chispa de Moshe que es la parte del alma que nutre nuestra fe en Di-s.

Estando tan cerca de Pesaj, estas ideas nos dejan una enseñanza muy importante: como dicen nuestros sabios, "donde no hay un hombre, esfuérzate por ser uno", es decir, cada uno debe hacerse responsable de participar de un Seder de Pesaj y tener todos los elementos necesarios para el mismo, también de hacer a otros participar del Seder, ya sea invitándolos o facilitando los elementos necesarios, como ser Matzá, vino, carne, etc. Nadie debería pensar que no sabe cómo hacerlo, que no le enseñaron, etc., ya que, como dijimos, por un lado, sin entrenamiento específico previo, Moshe (y todos tenemos una parte de él dentro nuestro) desempeño un sinfín de tareas y eso nos da la capacidad para realizar cualquier tarea que sea necesaria para el acercamiento a Di-s.

Por otro lado, si Di-s nos da la festividad y nos pone en la posición de poder "hacerla pasar", o sea, que no nos pase la festividad, como una fecha que llegó y se fue, pero nada cambió, sino hacer que la festividad tenga su observancia tradicional y tenga su efecto en nuestra vida y la vida de los demás, para que podamos experimentar el verdadero Exodo, con la venida de Mashíaj, rápida en nuestros días, Amen.

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