Algunos piensan que todo se trata de hacer el bien y alejarse del mal.
Para ellos, la lucha no tiene un sentido propio, haber luchado significa haber fracasado. El éxito, se imaginan, es como un caramelo dulce sin ningún trazo de amargura.
Están equivocados, trágicamente equivocados. La lucha es una oportunidad de alcanzar el final, cuando la oscuridad misma se transforma en luz. En medio de la lucha, una luz interna se despierta. Una luz tan profunda que se sobrepone a la oscuridad, la encierra y la supera.
Pero, si la oscuridad nunca lucha en contra, ¿cómo alguna vez será conquistada?
Todas las bendiciones de Hashem, para todo el gran equipo Beit Jabad la Plata, sus familias, amigos y todos los que los rodean, gracias por la luz que me dan cada semana. Shalom.
Amen!