Estamos muy cerca de la fiesta de Sucot. Luego de haber pasado por el mes de Elul, con la preparación adecuada del balance personal, Rosh HaShaná, cuando coronamos a Di-s como Rey por sobre nosotros y por sobre el mundo entero y Iom Kipur, donde fortalecimos y revelamos nuestra conexión esencial con Di-s que va más allá de los preceptos (porque eso es lo que significa Teshuvá, retorno, cuando la persona rompió su conexión con Di-s a través de transgredir las Mitzvot, se requiere de un nivel superior, de algo que trascienda esos preceptos y tenga la capacidad de repararlos para poder reconectarse, y eso es lo que significa Teshuvá. Esto no quiere decir, Di-s libre y guarde, que no haya que observar los preceptos, simplemente quiere decir que, cuando la persona transgredió, tiene una forma de corregir su error, pero el estado normal de todo judío y judía es el de observancia de la Torá y sus Mitzvot) viene Sucot, que revela y expresa esa conexión en la vida cotidiana, en los asuntos mundanos.

Para entender esta idea, debemos apreciar que la Mitzvá de la Sucá, una cabaña con sombra, es la única Mitvzá donde la persona se introduce por completo dentro de la Mitzvá (ya que en el caso de la Mezuzá, uno no se introduce en la Mezuzá, sino en la casa donde se encuentra la Mezuzá, y en el caso de la Mikve, sólo se aplica en un caso particular de impureza y, más aún, la Mitzvá consiste en sumergirse en la Mikve y luego salir de ella, no en quedarse bajo el agua, a diferencia de la Sucá donde la Mitzvá es introducirse y quedarse adentro).

Este concepto de introducirse dentro de la Sucá es aún más profundo. Nuestros sabios dicen que, durante los ocho días de Sucot se deben realizar todas las tareas dentro de la Sucá: comer, beber, dormir, rezar, estudiar, etc. (cada una de estas acciones con sus excepciones específicas). Osea, que la Mitzvá de la Sucá no es solamente estar en la Sucá, con lo cual uno ya cumple, sino más aún, vivir su cotidianeidad y mundanidad en la Sucá, trasladar todos sus asuntos e introducirlos en el mundo de las Mitzvot.

Esto nos muestra, además, que toda persona tiene la capacidad de servir a Di-s no solamente a través del rezo y el estudio, sino, además, a través de sus acciones cotidianas.

Por eso la alegría de la fiesta de Sucot es tan especial, ya que lleva consigo una muestra ínfima de la alegría y el modo se servicio a Di-s de la época de Mashíaj, cuando la presencia de Di-s será inminente y podremos ver cómo El es el Creador constante del universo y da vida a todas las criaturas, sensación que llevará a esta idea del servicio constante a Di-s, en todos los asuntos de la vida.

Que seamos finalmente inscriptos para bien, para un año bueno y dulce.

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