La parashá de esta semana cuenta los eventos inmediatamente posteriores a la salida de Egipto. Entre ellos se encuentra la apertura del Mar de Juncos, a través del cual pasó el pueblo judío y, después, se cerró sobre el ejército egipcio. Al ver semejante milagro y salvación de Di-s, los hombres cantaron una canción, guiados por Moshe. Al terminar, Miriam, la hermana de Moshe, cantó otra canción, junto a las mujeres.

En una época en que el pueblo judío tenía prohibido estudiar Torá, nuestros sabios instituyeron que, semanalmente, se lea una parte de los profetas que tenga relación con la lectura semanal de la Torá. Técnicamente hablando, la Torá está dividida en Torá (los cinco libros de Moshe), Neviím (profetas) y Ktuvím (escritos). Si lo que está prohibido es Torá propiamente dicho (los cinco libros de Moshe), ¡pues leamos Neviím! Esto se denomina Haftará (que quiere decir como “lo que viene después de”), y, hasta el día de hoy, se lee en Shabat, Iom Tov y días de ayuno, en recuerdo de aquellos tiempos.

La haftará de esta semana también contiene una canción: la canción que cantó Dvora luego de ganar la batalla contra Sisrá, el general de Iavín, un rey de la tierra de Cnaán. Dvora vivió en la Tierra de Israel, en el año 1107 a.e.c. Asumió el liderazgo del pueblo judío como Jueza, y dirigió al pueblo durante cuarenta años, junto a su marido, Barak ben Aminoam.

La historia cuenta que cuando fueron a luchar esta guerra, Barak tenía miedo de lo que pudiera ocurrir y sólo accedió a luchar bajo la condición que Dvora lo acompañe al campo de batalla. Dvora le advirtió que, de acompañarlo, la victoria sería en su nombre, y no en el de Barak. Barak accedió y, efectivamente, derrotaron al enemigo y la victoria se proclamó en nombre de Dvora.

Ahora bien, evidentemente hay una diferencia entre la canción de Miriam y la de Dvora. En la canción de Miriam se enfatiza que ocurrió luego de la de Moshe, mientras que en la de Dvora, se enfatiza que ella fue la guerrera victoriosa. ¿Qué factor marca la diferencia entre las dos canciones?

El Rebe explica en una carta (La mujer judía) que la diferencia reside en los tiempos en que se cantaron ambas canciones, lo que define la función de la mujer, en general. La canción de Miriam se cantó antes de la conquista de la Tierra de Israel, un momento en el cual el hombre, como conquistador, tiene un papel preponderante. La canción de Dvora se cantó cuando la Tierra de Israel ya estaba conquistada, y era necesario mantener y fortalecer al pueblo judío como una familia. Por eso el papel de una mujer, Dvora, pasa al frente, por delante del hombre.

Esta idea es un aliento y apoyo muy importante a la mujer judía, cuyo papel principal es el de dirigir la familia en los caminos del judaísmo. Esto no significa que una mujer no pueda trabajar, sino que simplemente es una cuestión de modos y prioridades en la vida. El hombre también puede dirigir la casa, pero nunca va a ser igual que la mujer. De hecho, nuestros sabios cuentan que el “trabajo pesado” que los egipcios impusieron sobre nuestros antepasados fue que los hombres hagan el trabajo de las mujeres y las mujeres el de los hombres...

Una mujer escribió al Rebe diciéndole que deseaba volverse mecanógrafa, para ayudar en los ingresos de la casa, a lo que el Rebe respondió: “No seas mecanógrafa. Eres una madre. Tipea, si te parece que lo necesitas para sustentar a tu familia, pero no te vuelvas una mecanógrafa”.

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