Cada teoría, cada idea humana, tiene sus limitaciones.

Ningún intelecto puede explicar aquello que es ilógico. Pero aún dentro del espectro de la lógica, cada idea está limitada a su asunto particular. Y dentro de ese asunto mismo, siempre va a haber resoluciones falsas y/o algún tipo de incompletitud.

Cada pensamiento de Torá, por el otro lado, es completo en sí mismo e infinito en todas sus aplicaciones. Un pensamiento de Torá es tan infinito como el Uno que la entregó.

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