En el diario La Nación apareció una nota interesante sobre la necesidad de los usuarios de tener conexiones a Internet (ver nota).

El artículo plantea una tendencia a conectar cada vez más dispositivos a esta super Red. Desde computadoras portátiles, teléfonos celulares hasta agendas electrónicas, todo está interconectado.

Como el Baal Shem Tov solía decir, de todo lo que uno escucha o ve debe aprender algo en su servicio a Di-s. La idea de esto es que no existen casualidades en el universo. Cada ocurrencia tiene una razón de ser, como dicen nuestros sabios, que Di-s no creó ni una sola cosa en vano. Todo tiene un motivo. No solamente las criaturas y objetos creados tienen una importancia fundamental, sino también las circunstancias y las tendencias de la sociedad tienen un motivo y nos enseñan cosas. A veces uno aprende de qué cosas debe alejarse y a veces uno aprende cómo aprovechar una nueva tecnología para el servicio a Di-s.

De esta interconexión podemos aprender varias cosas:

1. Evidentemente la tendencia del mundo es hacia interconectar todos los pasos del hombre a esta famosa Red. Uno de los fundamentos del judaísmo es que todo lo que uno hace, dice o piensa en su vida debe estar conectado a Di-s de alguna manera. A veces la conexión es que uno actúa en aras de cierto objetivo Divino (como trabajar para dar Tzedaká - caridad), pero el trabajo mismo es mundano. En otros casos la conexión se establece porque el acto mismo es Divino, no solamente en aras de algo Divino, como comer en Shabat (que es una Mitzvá).

La enseñanza es clara: el mundo tiende a la interconexión total cosa que el judaísmo viene predicando hace miles de años, que uno debe estar hiperconectado a Di-s en todos sus pasos.

2.Hay una ventaja impresionante en el hecho de que uno puede estar hiperconectado. Si realizan una búsqueda en Internet de la palabra Torá, Google dará 10.300.000 resultados en 0,22 segundos, mientras que Yahoo! da 300.000 en 0,21 segundos. Imagínense estar viajando en auto, conectar el celular a Internet y tras una rápida búsqueda, comenzar a escuchar una clase de Torá por el altoparlante... o viajar en tren con una agenda electrónica, conectarse a la Red y leer la sección semanal de la Torá con enseñanzas...

Y si uno dice y piensa que no está listo para semejante avances tecnológicos... la verdad es que, gracias a Di-s, cada día hay más libros y textos en innumerables lenguajes accesibles a todo público, aún para el más desconocedor de todos.

Es sólo cuestión de querer estar conectado.... con Di-s.

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