Cuando termina Shabat y comienza la oscuridad, la ceremonia de Havdalá nos llena de esperanza y coraje. Havdalá significa separación, entre la luz y la oscuridad, entre lo santo y lo mundano.

Se trata de una ceremonia multisensorial. Si hay un grupo, una persona la recita mientras que el resto de los participantes responden Amen a cada bendición. Se necesita una copa, vino o jugo de uva, una vela (con varias mechas, si es posible) y hierbas aromáticas.

Se llena la copa hasta desbordar, se la levanta con la mano derecha (a menos que uno sea zurdo) y se recitan los versos preliminares. Luego se dice la bendición del vino y se deja la copa en la mesa. Se toman las hierbas aromáticas, se recita la bendición y se siente su aroma. Se deben pasar al resto de las personas presentes para que también sientan el aroma. La fragancia alegra al alma luego de haber finalizado el Shabat.

Se recita la bendición por la luz y todos se observan las uñas a la luz de la vela. Nuestros sabios cuentan que el primer hombre descubrió el fuego al finalizar el primer Shabat de la creación.

Se levanta nuevamente la copa, se recita la bendición de la Havdalá y luego se bebe el vino. Se acostumbra a apagar la vela con el vino sobrante en la copa. Muchos mojan sus dedos en el vino y se los pasan por los párpados.

A partir de la puesta del sol del sábado, no se come ni bebe hasta hacer la ceremonia de Havdalá.

1 comentario en «Havdalá»

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