Entre los asuntos que relata la sección de esta semana llamada Jukat (ley), se encuentra la historia de cuando el pueblo judío, luego de 38 años de deambular por el desierto, comenzó su acercamiento a la Tierra de Cnaan.

El primer paso consistía en ingresar a la Tierra para luego conquistarla. Por eso, parados en el sur de la misma, el pueblo judío envió mensajeros al pueblo de Edom (descendientes de Esav, el hermano de Iaacov) para pedirle permiso para pasar por su territorio para ingresar más rápidamente en la Tierra Prometida. Los mensajeros debían informar al rey de Edom que comprarían las provisiones para el camino a los habitantes de la tierra, lo que significaría una gran ganancia económica para los mismos y que no se desviarían del camino que el rey indicase, para no destruir las plantaciones con el paso de las personas ni el pastoreo de los animales.

El rey de Edom respondió que no permitiría que el pueblo judío pase por su tierra y, para sostener su posición, salió con todo un ejército a su frontera. El pueblo judío se desvió y bordeó la tierra de Edom.

¿Qué enseñanza encierra esta historia? Quizás esta historia puede echar un poco de luz a la difícil realidad que el pueblo judío vive en estos tiempos. La verdad es que no me considero suficientemente conocedor de política (ni me interesa serlo) y tampoco estoy emitiendo un veredicto o un dando una postura a seguir, sino simplemente algo para reflexionar que nos muestra la Torá esta semana que puede ayudarnos a enfocar nuestros esfuerzos en fortalecer al pueblo judío en general y a nuestros hermanos en la Tierra de Israel en particular, cada uno desde su posición y según sus capacidades, incrementando en buenas acciones y en la observancia de Torá y Mitzvot.

Este episodio de la Torá nos muestra que no podemos apoyarnos en los otros pueblos de la tierra para que hagan ningún tipo de favor al pueblo judío. Ni siquiera cuando a través de ese favor van a tener una ganancia de algún tipo (económica, social, política, etc.). El pueblo de Edom era un pueblo hermano del pueblo de Israel, ¡ya que Esav y Iaacov eran hermanos! Aquí nunca se habló de una guerra ni de un beneficio unilateral, sino de un pueblo pacífico atravesando por una tierra y beneficiando al pueblo local.

Sin embargo el pueblo de Edom se negó. Así como se niegan actualmente otros pueblos de la Tierra a apoyar al pueblo judío en su ¡único objetivo de vivir en paz!

¿Qué hicieron los judío en la época de Moshe? Se dieron media vuelta y rodearon la tierra de Edom, entrando en la Tierra de Cnaan por otro lado. Quizás es una enseñanza, así como dicen nuestros sabios, "Las acciones de nuestros padres son señales para los hijos", de que debemos dejar de considerar tanto las opiniones, las "ayudas" y exigencias ridículas de los otros pueblos y simplemente dedicarnos a ser lo que somos, una "nación de Cohaním y un pueblo santo".

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