La semana pasada leímos en la Torá parashat Itró, cuyo asunto principal era la Entrega de la Torá. Esta semana leemos parashat Mishpatím – leyes, cuyo contenido general es una larga lista de leyes de comportamiento y convivencia en una sociedad (préstamos, robos, daños, sueldos, etc.). La mayoría de las Mitzvot que aparecen en esta sección son cuestiones racionales. Sin embargo, la Torá las trae junto con la Entrega de la Torá, y agrega una unión.

La sección empieza “Y éstas son las leyes”, con una “y” que la une con la sección anterior. Sobre esto dice Rashi, uno de los principales comentaristas: “¿Cómo fueron las primeras [leyes, de los Diez Mandamientos,] dadas en el Monte Sinaí, éstas (de Mishpatím) también”, es decir, no debemos pensar que hay que observar estos preceptos racionales porque los comprendemos, sino porque fueron dados por Di-s en el Monte Sinaí.

Un análisis más profundo indica que, en realidad, Rashi está diciendo que el hecho mismo que podemos comprender estos preceptos, esto mismo fue dado en el Monte Sinaí. Si Di-s no hubiese determinado que estos preceptos fuesen comprensibles, tampoco podríamos entenderlos, ni hubiésemos llegado a la conclusión de su importancia para cumplirlos.

Si bien el Talmud dice que “Si no hubiese sido entregada la Torá, hubiésemos aprendido recato del gato y a no robar de la hormiga”, esto significa que, luego que Di-s puso en el corazón del hombre la necesidad de estos preceptos de convivencia, podemos llegar a ellos con nuestro propio intelecto, pero, de otra manera, nunca se nos hubiesen ocurrido, o se nos hubiesen ocurrido ideas opuestas (que está bien robar, matar, etc.).

Esto nos lleva a decir que hay dos tipos de preceptos: 1) preceptos que expresan lo irracional de las Mitzvot y por eso no podemos comprenderlos y, 2) preceptos que expresan cómo la voluntad de Di-s se invistió en el intelecto humano, al punto tal que el hombre los puede comprender. Aún así, estos preceptos surgen de la voluntad divina.

Dado que la Torá es el plano de la creación, desde el momento en que Di-s fija en la Torá que algunas Mitzvot sean comprensibles al intelecto humano, automáticamente se vuelve la naturaleza del intelecto comprenderlas.

De hecho, este es el fundamento de la observancia de los preceptos, que son mandatos divinos, irracionales, y deben ser observados porque son la voluntad de Di-s, La diferencia entre las Mitzvot es que algunas deben ser observadas con un sentimiento de total anulación a Di-s (aquellas reveladamente irracionales) y otras deben ser observadas junto a la comprensión intelectual del hombre de la utilidad e importancia de las Mitzvot. Aún así, el hecho mismo de poder entenderlas surge “del Monte Sinaí”.

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3 comentarios en «En el Monte Sinaí»

  1. Alvaro Cubillo Cambronero

    Me gustan muchos sus comentarios, tengo ya tiempo de estarlos viendo, no me los pierdo en ninguna parashá, los uso también en las aperturas de shabat y cuando voy a la sinagoga....shalom, brajot

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