No hay mayor tirano que tu amigable vecino. O tus compañeros de trabajo en la oficina. O tus amigos en el gimnasio. La mera anticipación de su escrutinio atenta contra todo crecimiento aún antes de que éste germine. "Por qué cambiaste tu forma de vida? ¿Acaso todo lo que hiciste hasta ahora estaba mal? ¿Por qué sentís que debes ser diferente? El régimen más tirano nunca podría ser tan opresivo.

El secreto es, que probablemente ellos nunca hicieron ningún comentario.
A ellos seguramente ni les importa. Entonces: ¿de dónde vienen todas esas intimidantes preguntas?

Vienen del pequeño tirano dentro de ti mismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

16 − cinco =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.