Estando tan cerca de Pesaj, y con poco tiempo por las ocupaciones del día, me pareció adecuado compartir un pensamiento breve. Decimos al final de la Hagadá de Pesaj (el texto que se recita en las dos primeras noches de Pesaj) Le Shaná haBaá bIerushaláim - El año próximo en Ierushaláim.
Esta frase expresa el anhelo judío por la venida de Mashíaj, un fundamento de nuestra fe que atraviesa todos los preceptos. Cuando se habla de fundamentos, a pesar de tener su asunto particular y sus definiciones específicas, afectan a la construcción completa. Así como los fundamentos de un edificio, que se encuentran bajo la tierra, no cuidan los mismos aspectos de estética que otras partes del edificio y demás cuestiones pero sostienen al edificio entero, de la misma manera, Mashíaj es la columna vertebral del judaísmo entero, que afecta desde el despertar a la mañana, pasando por todo el día del individuo hasta el anochecer.
Desde una perspectiva más profunda, siendo el final del Seder de Pesaj, encierra dentro suyo la conclusión de toda la Hagadá y el sistema a través del cual podemos traer Mashíaj.
La palabra shaná, año en hebreo, comparte su raíz con la palabra shinui, cambio. A su vez, nuestros sabios explican que la ciudad de Ierushaláim recibe su nombre de la combinación de dos palabras: Ira y Shalem, cuyos respectivos significados son temor y completo. Agrupando los nuevos significados, nuestra frase dice: "En el próximo cambio, en el temor completo". Lo que estamos queriendo decir es que el Seder de Pesaj debe afectarnos de alguna manera para que cambiemos, para que nuestra actitud frente al judaísmo sea diferente, para que nuestra relación con Di-s sea mejor, de manera tal que crezcamos en nuestro nivel de temor y reverencia a Di-s hasta llegar a la completitud absoluta, con la venida de Mashíaj.
Pesaj casher veSameaj!