En esta parashá la Torá nos dice que es una mitzvá prestar dinero a quien lo necesita. Más allá de qué es lo que la Torá nos pide, que prestemos dinero, hay una historia que nos enseña cómo debemos prestarlo:

El Tercer Rebe de Lubavitch, el Tzemaj Tzedek, estaba caminando hacia la sinagoga una mañana, cuando se encontró con un jasíd, Reb Pinjás, que le pidió un préstamo.

Estaré contento de prestarte el dinero," le dijo el Tzemaj Tzedek. "Por favor, pasa por mi casa inmediatamente después del rezo."

El Tzemaj Tzedek continuó caminando hacia la sinagoga y se preparó para rezar, pero mientras se ponía su talit, recordó que ese día era un día de mercado en la ciudad.

"Reb Pinjás probablemente necesite el préstamos para hacer negocios hoy. Cuanto antes tenga el dinero, más exitoso será su negocio. Tengo que darle el dinero inmediatamente," pensó el Tzemaj Tzedek. Se quitó el talit y corrió hacia su casa a tomar el dinero. Luego se apresuró hacia el mercado, encontró a Reb Pinjás, el dio el préstamo y corrió devuelta hacia la sinagoga. Mientras se lavaba las manos para rezar, su abuelo, el Alter Rebe, se le apareció en una visión. El Tzemaj Tzedek había estado esperando tener una visión así por mucho tiempo, y en mérito de cómo cumplió la mitzvá de prestar a un necesitado, la tuvo.

Tenemos que ayudar a prójimo de acuerdo a lo que el prójimo necesita, no de acuerdo a nuestra conveniencia.

Adaptado de Please tell me what the Rebe says

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