Luego de los dos primeros capítulos el Alter Rebe dice que ahora, con seguridad, podemos entender cómo todo el universo es realmente insignificante frente a la fuerza de Hashem en su interior que lo crea y le da vida.

Pero la verdad es que nosotros vemos un mundo concreto, bastante importante: vivimos en él, ingerimos comida, construimos casas, etc. ¿Por qué dice el Alter Rebe que lo que vemos es insignificante? Parece, a los ojos de carne y hueso, bastante significativo…

El Alter Rebe explica que esto pasa porque Hashem no les da permiso a nuestros ojos para ver Su fuerza creadora, ya que si les diese permiso, veríamos cómo, en realidad, el mundo material no es más que la fuerza creadora de Hashem. En otras palabras, no solamente la fuerza creadora de Hashem es santa y Divina, sino que el mundo material a nuestro alrededor, también lo es, sólo que, a nuestros ojos de carne y hueso, eso no se ve.

El mundo material no tiene una existencia propia independiente de la fuerza creadora de Hashem, sino que, como el Alter Rebe explicó en el capítulo 1, la fuerza de Hashem debe constantemente crear y recrear todo el universo para que éste continúe existiendo. Por eso, la verdadera esencia de todas las cosas que vemos, no es ni más ni menos que la fuerza creadora de Hashem ya que, sin ella, todo volvería a ser nada y dejaría de existir, como antes de la creación.

Para entender esta idea el Alter Rebe da un ejemplo del mundo físico: un rayo del sol y el sol. El rayo del sol se puede ver y disfrutar cuando está fuera del sol y lejos de él. Pero ese mismo rayo, antes de salir del sol, cuando se encontraba todavía en su interior, no se llamaba “rayo del sol”, sino sol mismo. El sol es tan poderoso que todo lo que está en su interior no es más que sol. Sólo cuando el rayo sale del sol y se aleja de él para iluminar el mundo, es que podemos decir que hay un rayo de sol.

Es importante que entendamos que este ejemplo no tiene nada que ver con la forma en que la ciencia describe al sol. Científicamente hablando, el sol es una bola enorme compuesta, principalmente, de hidrógeno y helio, de modo que no hay rayos de luz dentro de él sino procesos y reacciones químicas que no son de alguna manera reconocibles como “el rayo de luz” que nosotros vemos en la tierra. Sin embargo, el Alter Rebe está dando un modelo de descripción del sol diferente del de la ciencia.

Un modelo de descripción es una forma de explicar un fenómeno. Se pueden usar diferentes modelos para explicar diferentes aspectos de un mismo fenómeno. La ciencia explica la composición del sol para entender su forma, tamaño y la energía que produce, pero el Alter Rebe usa un modelo diferente para explicar el concepto de anulación (bitul en hebreo). Entonces, para entender el ejemplo del Alter Rebe, es importante que nos enfoquemos en el aspecto que el Alter Rebe quiere explicar y no en lo que la ciencia afirma sobre el sol.

Lo más bello de todo esto es que un modelo no niega al otro, sino que simplemente se enfocan en aspectos diferentes del sol.

Volviendo al rayo del sol y el sol, de la misma manera es el universo entero en comparación con la energía creadora de Hashem: el mundo no es más que un rayo que sale, por así decir, de la energía creadora de Hashem (las palabras del relato de la creación o su combinación e intercambio). Así como el rayo del sol no es nada dentro del sol, el universo no es nada cuando está “dentro” de su fuente, en la energía creadora de Hashem. O sea, el universo está anulado en su fuente.

Recién cuando el rayo sale del sol es que pasa a llamarse rayo. De la misma manera el universo, pasa a ser existente “fuera” de su fuente (la fuerza creadora de Hashem). ¿Qué quiere decir que la creación está “fuera” de su fuente? Como no somos capaces de ver la fuente espiritual del mundo, la fuerza creadora de Hashem, vemos “como si” el universo estuviese “fuera” de su fuente, o sea, vemos un mundo material. De la misma forma que se ve un rayo del sol fuera de su fuente, el sol.

El Alter Rebe termina el capítulo planteando una pregunta. Este ejemplo del rayo y el sol para entender por qué vemos un mundo material presenta una dificultad: sólo funciona cuando el rayo está fuera y lejos del sol. Si el sol estuviese en todos lados, ¡nunca podría haber un rayo fuera del sol! Justamente eso es lo que pasa con la creación entera: la fuerza creadora de Hashem siempre está creando y dando vida a todo (a pesar de que no la veamos, está en todos lados). Surge que ¡la creación entera está siempre dentro de su fuente!

Cuando un rayo del sol está dentro del sol, está totalmente anulado en el sol ¿Qué diferencia hay con el universo que, aún estando “dentro” de su fuente (la fuerza creadora de Hashem), no se anula?

Resumen: el universo es insignificante frente a Hashem, pero nosotros no podemos percibirlo. La esencia de cada criatura es la fuerza de Hashem que la crea, por lo que ella no tiene existencia propia. Trae el ejemplo del rayo del sol y el sol: así como el rayo del sol es insignificante cuando se encuentra dentro del sol, de la misma manera la creación entera es insignificante cuando está “dentro” de su fuente, o sea, la fuerza creadora de Hashem. Pregunta contra el ejemplo del rayo del sol: el rayo “sale” del sol, pero la creación siempre está “dentro” de Hashem.

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