En este capítulo el Alter Rebe explicará cómo de una misma frase de las Diez expresiones donde la Torá dice “Dijo Hashem que sea tal cosa”1, son creadas y sostenidas constantemente múltiples criaturas. El objetivo de esta explicación es ver un ejemplo práctico de cómo la unicidad de Hashem se expresa incluso en la creación concreta y no solamente en los mundos superiores espirituales.

A través de muchas combinaciones e intercambios de las letras de cada frase, son creadas y sostenidas todas las criaturas que reciben vitalidad de esa frase.

Como explicamos, cada frase está compuesta por palabras que, a su vez, están compuestas de letras. Cada letra es la proyección de una fuerza de Hashem determinada. ¿Cómo se unen varias letras para formar una palabra? Lo que ocurre es que, además de la energía que resulta de la sumatoria de fuerzas de cada letra, se proyecta una fuerza adicional y superior a esa sumatoria que une a esas letras para formar una palabra. El conjunto total de fuerzas en cada palabra, da energía vital y sostiene a la criatura creada con esa palabra.

Por ejemplo, la palabra hebrea para verdad es emet (אמת). Esta palabra está compuesta de tres letras: una Alef (א), una Mem (מ) y una Taf (ת). Cada una de esas tres letras, al ser una proyección de Hashem, tiene una fuerza particular. Aun así, separadas, no expresan ninguna idea.

Sin embargo, cuando se juntan, ocurren dos cosas: 1. Se proyecta una energía muy profunda y elevada que desciende para unir esas tres letras. Esa energía es la de la que el Alter Rebe dice que es más elevada que la sumatoria de fuerzas de las tres letras. 2. Al unirse se inviste en esas letras, por así decir, ellas “cargan”, un concepto muy elevado, el concepto de la verdad.

El concepto mismo de la verdad es independiente de esas letras específicas, porque una misma idea se puede transmitir con diferentes letras y palabras. Entonces, hay varias energías que se juntan en una palabra: 1. La fuerza de cada letra de la palabra, 2. La fuerza que une a las letras de esa palabra, 3. El concepto que esa palabra expresa.

El Alter Rebe agrega en una nota que la forma misma de cada letra, al ser diferente de las demás, indica que la energía que carga es diferente a la fuerza Divina de las demás letras. Esta diferencia de proyección que simboliza cada letra determina la forma que cada una de ellas toma.

En otras palabras, a través de analizar la forma de cada letra podemos tener una idea de qué tipo de proyección de energía “carga” desde las “Cualidades” Divinas. Por supuesto que se refiere a la forma de las letras hebreas que nuestros sabios llaman “Escritura hermosa” (ktav ashurit), las letras con las que se escribe un rollo de la Torá, por ejemplo.

Este es un ejemplo de las letras hebreas de la “Escritura hermosa”:

א ב‬ ג‬ ד‬ ה‬ ו‬ ז‬ ח‬ ט‬ י‬ כ‬ ך‬ ל‬ מ‬ ם‬ נ‬ ן‬ ס‬ ע‬ פ‬ ף‬ צ‬ ץ‬ ק‬ ר‬ ש‬ ת

Para dar un ejemplo práctico, el Alter Rebe explica cómo de la frase2 “Que sea el firmamento” se crean y sostienen en forma constante todos los cielos y las criaturas que en ellos habitan, desde los niveles más elevados espirituales hasta los inferiores materiales.

A pesar de que la energía de la frase misma de la Torá “Que sea el firmamento”3 es muy poderosa, los intercambios y combinaciones de las letras de esa (o cualquier otra) frase hacen que esa energía descienda para crear criaturas de menor nivel que las anteriores.

Con cada intercambio y combinación se genera una nueva fusión de fuerzas, donde cada letra de esa nueva fusión, de acuerdo al lugar que ocupa en la palabra, tiene mayor o menor peso según la importancia que esa letra tenga. La primera letra de una combinación determinada “gobierna” sobre la palabra que empieza con esa letra, mientras que las restantes letras son secundarias a ella. De esa manera, con cada nueva fusión, se crea y sostiene una nueva criatura, de menor nivel que las anteriores.

Para entender mejor la idea del descenso de la energía Divina a través del intercambio y combinación de letras, el Alter Rebe da el ejemplo de la luz del sol reflejada sobre la tierra a través de la luna: la luz que irradia la luna sobre la tierra no es igual a la luz del sol mismo, a pesar de provenir de ella. La luna no tiene luz propia, sino que refleja la luz del sol. Aun así, la luz del sol reflejada por la luna es inferior a la luz del sol mismo.

De la misma manera, las letras de cada frase de la creación en la Torá, son una proyección general de las “Cualidades” de Hashem, para crear y sostener el universo entero desde la nada absoluta todo el tiempo que la Voluntad de Hashem así mande. Desde esa proyección (totalmente unificada a Él, porque4Hashem y Sus 'Cualidades' están totalmente unificados”), Hashem efectúa otra proyección, que es el intercambio y combinación de las letras de esa frase para crear las criaturas de cada mundo, y así sucesivamente efectúa otras proyecciones y reflexiones y reflexiones de reflexiones hasta que esa energía es capaz de crear y sostener a las piedras mismas en este mundo material donde vivimos.

Con esta idea podemos pensar y meditar en cómo, en realidad, el universo entero está unificado con Hashem, ya que todo lo que existe es creado y sostenido por las letras de las frases en la Torá, que están unificadas a las “Cualidades” Divinas, que, a su vez, están unificadas a Hashem…

Cuando meditemos, cada uno de acuerdo al tiempo del que dispongamos y seamos capaces de concentrarnos realmente y según nuestros conocimientos y capacitad intelectual, despertaremos amor y temor a Hashem, para servirLo con entusiasmo. Además esa meditación nos dará las herramientas necesarias para superar las dificultades y desafíos de la vida cotidiana.

Esto es así porque, habiendo meditado, será más sencillo, ante cada desafío, ser conscientes de que ese desafío y todo lo que lo rodea, al igual que el resto de lo existente, es creado por Hashem en cada instante con el objetivo de que lo superemos. Más aun, seremos conscientes de que Hashem es la única existencia verdadera.

Resumen: Unicidad de Hashem incluso en la creación concreta. La unión de letras genera palabras y frases. Al unirse las letras para formar una palabra desciende una energía superior a la suma de fuerzas de cada letra por separado. La forma de cada letra indica el tipo de proyección que representa. La frase “Que sea el firmamento” es la energía vital de todo lo que existe en los cielos, desde lo espiritual hasta lo material. La fuerza vital de esa frase desciende al combinarse e intercambiarse las letras, generado nuevas fusiones y energías más bajas que las anteriores. Hasta las piedras son creadas y sostenidas por las frases de la creación en la Torá.

Terminó la segunda parte, con la ayuda de Hashem, bendito y elevado sea.

1Capítulo 1 del libro de Bereshit.

2Bereshit 1:6

3Ibíd.

4Introducción al Tikunei Zohar, 3b

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 × 4 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.