La parashá (sección) de la Torá de ésta semana lleva el nombre de Pinjas. Pinjas era un hijo de Elazar, nieto de Aarón el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote). Como la Torá nos cuenta al final de la sección anterior, Pinjas interrumpió una plaga en el Pueblo Judío al actuar frente a Moshe, los ancianos y todo el resto del pueblo. ¿En qué consistió la acción de Pinjas?

La Torá relata que Zimrí, el líder de la tribu de Shimón había tomado una mujer de Midián (no judía) y estaba conviviendo con ella frente a Moshe, los ancianos y todo el pueblo, así desafiando las leyes de la Torá (que prohíben a los judíos el casamiento con una mujer no judía).

La Halajá (ley judía) dicta que quien es celoso de Di-s, al ver este evento público, tiene permiso de matar al transgresor (cabe aclarar que esto no se aplica hoy en día, es decir, la prohibición sobre el casamiento está vigente, mientras que el permiso de matar al pecador no, por varias razones que escapan al ámbito de ésta editorial). Pinjas se acercó a Moshe y le dijo: "¡Maestro! Tu nos enseñaste que en un caso así, quien es celoso de Di-s puede matar al pecador", a lo que Moshe respondió "Quien leyó la carta que la ejecute", es decir, si tú recuerdas esa ley y eres celoso de Di-s, ¡ve y mátalo!.

Pinjas tomó una lanza y mató a Zimrí, junto con la mujer con quien estaba conviviendo. Luego, en nuestra sección, Di-s premia la acción de Pinjas, dándole un pacto de paz, bajo el cual Pinjas y toda su descendencia serían Cohaním (sacerdotes).

Dicha la historia, una de las enseñanzas más prácticas que nos deja es la idea de que cuando una persona ve que lo correcto es actuar de una determinada manera, pero, por alguna razón, los líderes, los encargados de dicha tarea no están ocupándose, no debe dudar, consultar, pedir permiso o vacilar: ¡Di-s está esperando que él mismo lo haga!.

Pinjas no era un líder de tribu, no era una persona importante dentro de la comunidad sino que era, por así decir, uno más del pueblo, sin embargo, fue precisamente él quien fue celoso de Di-s y actuó de la manera apropiada.

Ahora bien, ¿cómo hacemos para determinar que una acción que puede llegar a ser hasta osada (como la de Pinjas, que mató una persona) es lo apropiado, a pesar de que nadie lo está haciendo? Es muy simple: si la acción traerá un beneficio general o particular en el servicio a Di-s, a pesar de que sea osada o parezca irracional, es la acción apropiada. Por el otro lado, si la acción resultará en una falta de entrega a Di-s, en una falta de observancia de los preceptos, obviamente no es la apropiada y, casi con seguridad, el hecho de que la persona quiere hacerla es por algún beneficio personal que derivará de ello.

Esto no quiere decir que hay que ir por el mundo matando gente y diciendo que era lo apropiado, ¡Di-s libre y guarde!, pero si significa que debemos abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor: ¿alguien necesita ayuda y nadie lo está ayudando? ¿será que me necesitan para algo y yo no estoy haciéndome disponible?

En mérito de un comportamiento como el de Pinjas, Di-s traerá la Redención Final rápido en nuestros días, Amen.

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